La IEMFCT, en cumplimiento de su función social, será siempre un centro de cultura y de ciencia que imparte a todos y todas sus estudiantes una formación integral y su competencia e intervención va hasta la esfera de su dominio, en lo que se refiere a los actos que vayan en contravía de la misión e imagen de esta.
Principios Institucionales
Son el soporte de la visión, la misión, la estrategia y los objetivos estratégicos. Son las reglas fundamentales e innegociables que guían nuestra conducta y decisiones, ellos se manifiestan y se hacen realidad en nuestra cultura, en nuestra forma de ser, pensar y actuar.
- Solidaridad: definida “como la capacidad de comprender al otro, y generar la empatía tanto emocional como cognitiva” (Torres y Ramírez, 2012. p.71)
- Equidad: consiste en “dar a cada estudiante lo que necesita en el marco de un enfoque diferencial; en educar de acuerdo con las diferencias y necesidades individuales” (MEN, 2013. P. 14)
- Diversidad: significada como característica natural e innata de todo ser humano, que lo hace singular y diferente a los demás (Ministerio de Educación Nacional -MEN-, 2013. P. 12).
- Interculturalidad: concebida como “el conjunto de relaciones entre diferentes grupos culturales que conduce a un proceso dialéctico de constante transformación, interacción, diálogo y aprendizaje de los diferentes saberes culturales en el marco del respeto” (MEN, 2013 p. 13)
- Participación: Consiste en que cada integrante de la comunidad educativa que interviene en cualquier contexto tenga voz y además sea escuchado y aceptado, es así como se transforma en una herramienta para lograr que los integrantes de la comunidad educativa se unan para un bien en común, permitiendo integrar todas las iniciativas creativas y constructivas, fortaleciendo la formación de ciudadanos comprometidos con el desarrollo social y humano.
- Colaboración: entendida como el trabajo conjunto caracterizado por la apertura, la confianza, la ayuda y el apoyo mutuo (Echeita, 2007. P 130).
Valores Institucionales
Los valores son modos permanentes de ser en sociedad que posibilitan la convivencia pacífica. El cumplimiento de derechos, deberes y compromisos será posible mediante la vivencia de los valores que fundamentan nuestro quehacer educativo y que permiten a los educandos asumir formas de ser y de actuar en sociedad para hacer uso responsable de las libertades, siendo conscientes y consecuentes de sus responsabilidades y del respeto a la norma.
- Responsabilidad: es un valor que está en la conciencia de cada miembro de la familia cristobariana, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos.
- Tolerancia: es un valor que se basa en el respeto hacia los demás o hacia lo que es diferente a lo propio. Este respeto a los demás implica respetar las ideas, prácticas o creencias, aunque choquen con las propias y esencial para poder vivir en sociedad.
- Honradez: Es una cualidad que posee todo miembro de la familia cristobariana, ya que actúa de manera recta, honesta, justa y con moral. Al ser un valor, se basa primordialmente en el respeto, en valorar la verdad y la justicia como si fuera un mandamiento, una regla de vida que debe aplicarse y seguirse manteniendo en la sociedad, en el hogar y en las áreas laborales.
- Autonomía: La autonomía es la capacidad o condición de desarrollar tareas, de tomar decisiones y actuar en cuestiones relativas a uno mismo de una manera independiente y poder controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias.
- Autoestima: Dentro de la familia cristobariana es entendido como la realización con éxito de un proyecto de vida, pues no solo condiciona el aprendizaje, ayuda a superar dificultades personales, fundamenta la responsabilidad, apoya la creatividad, determina la autonomía personal y posibilita una relación social saludable.
- Respeto: En la institución, el respeto es fundamental por la consideración, reconocimiento y valoración de la dignidad, derechos, opiniones, creencias y límites de otras personas. Implica tratar a los demás con cortesía y empatía, evitando cualquier forma de violencia, abuso, discriminación o menosprecio. El respeto es esencial para mantener relaciones armoniosas y constructivas en la institución, promoviendo la igualdad, la tolerancia y la convivencia pacífica entre los grupos diversos al interior de la comunidad.